La nave Encelado sigue su viaje rumbo al sistema 47-LVDDS, surcando estrellas a través del vacío del espacio, acaban de sobrevivir uno de los más extraños eventos del viaje espacial, las temibles tormentas espaciales.
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Bitácora del capitán año 6102, Feb 2
Estamos por salir de la tormenta espacial. La tripulación se ve aliviada de poder salir de esas turbulencias espaciales que a todos preocupa. Si bien muchas naves pierden el rumbo en este tipo de fenómenos galácticos, nuestra nave contaba con la pericia de la cabo Esperanza. Aunque dicha maniobra nos costó unos días de nuestra ruta preliminar, el curso hacia el desastre se pudo prevenir. Si bien la cabo logro la hazaña, esta no hubiera sido posible de no ser por una nave que pasaba por la misma ruta, al parecer estaba mejor preparada para este tipo de turbulencias y nos pudo orientar.
La moral de la tripulación ha mejorado considerablemente, al menos esa es mi impresión y espero que continúe así por el resto del viaje.
En otros aspectos, estos días extras nos han permitido arreglar y analizar situaciones que pueden cambiarse a bordo de la nave. Se pudo reemplazar el equipo que había originado una baja productividad en el salón de ingeniería y se descubrió una falla los niveles de oxígeno que está provocando tensión en la tripulación. Según el especialista abordo de haber seguido así la falta de oxígeno nos hubiera puesto los unos contra los otros resultando en un cuadro muy complicado de demencia espacial.
Los sistemas de la nave están nivelados al 99% por lo que de aquí se estima un viaje tranquilo. Aunque debemos permanecer alertas ante cualquier problema que pueda surgir. El desvió nos dio unos días de demora pero el viaje debe de concluir.
Como nota personal, quiero agregar que pese a que los problemas siempre se dan, no significa que nos quedemos así; siempre habrá algo que contar. Y aquí lo saben.
Ben
Capitán en oficio de la nave Encelado - 697
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