Need a Translator?

sábado, 13 de junio de 2015

Obsesivo misterio



Una cruda noche, si una rara noche, de luz tenue, de luz sin enfoque, de pocas estrellas que apenas se observa, de gente amena que piensa en sus problemas.... y de una ciudad intranquila que lucha por lo que desea. La espera no hacia mas que agitar mi ya turbia mente. El tiempo pasaba, la gente entraba y salía, y uno sentado como la fiel roca de un páramo eterno que no había cuando acabar.

Y entonces el susurro de esa voz misteriosa, confundia mis sentidos. Esa voz que se entrelazaba con los sonidos del ambiente, de vago silencio, calmo y terrible a la vez. Su magnitud logro arrastrarme lejos de mí, aunque estaba ahí. A la par, el contador de la pared avanzaba, indiferente a lo que acontesía, cruel armatoste el cual únicamente cumplia su propósito, hacer que el tiempo avance, de registro al menos efímero, del cual era guardian; protector que pasaba desapercibido.

El sonido se hacia mas fuerte mientras mi cuerpo que no salía del letargo del que se encontraba sollozaba, un letargo producido por una parálisis que resonaban armoniosamente con el sonido agudo que se escucho. Un lapso breve pero interminable.

En esos momentos, cuando la oscuridad invade, nada importa solo competir, el simple juego de la vida se resume en una carrera por quien puede llegar primero a la meta. Felizmente, en esta ocasión el bien pudo contra el mal. Y la vida siguio su eterno rumbo.

- El nro. 7815, acérquese por favor.

Tras retomar el control de mi, no tuve reparo recoger el pequeño encargo, le di a las gracias a la encargada de atenderme. No podía esperar descubrir lo que era así que ni bien lo tuve en mis manos lo abrí; de pronto el susúrro que propiciaba a la oscuridad volvio a llamar, privándome lo que tanto quería mirar. Sabe que me cuesta ganar tan seguido pero a veces la obstinación de la otra parte no se puede evitar.

Mientras, el retador se hacia revelar, el susúrro no se cansaba de reclamar, reclamar su derecho sobre mi; terrible espectro, que no se cansaba el seguir así. En un instante, la voz llego a mi, como un pequeño suspiro que imploraba que era tiempo de dejar de insistir. Esta vez, brillarían las diferencias.

La lucha fue feroz y cruenta. No podía calcular el tiempo que luchamos pero eramos habiles como para dejarnos ceder facilmente. De repente, caí. A sabiendas que sería mi fin, grite. Fue tal la escena que milagrosamente salve de perder. Enfurecido, se avalanzo sobre mi, a sabiendas que no tendría buen fin.

De pronto, todo se volvió claro, habia ganado, estaba de vuelta aunque.....

- Oh? que sorpresa verte aquí. Al fin te encontré!!
- Pero, est...
- En serio tienes que encontrar razón a todo? hay tanto por disfrutar, tanto por charlar!

Por un instante nuestras miradas se cruzaron, entonces .....

- ........
- ven...

Me cogió de la mano. Avanzamos, inertes al alboroto causado, inertes al tiempo, inertes al mundo que ya no importaba... entrandonos en lo espeso de la noche ... un paso a la vez.

En el libro se podía apreciar una foto, estampa de un amor con eterno final.