Mientras me dirigia a la universidad,para matricularme, vislumbre lo que todo el mundo espera en un dia de matricula ....colas.... grandes e interminables, formado por personas con un mismo objetivo predefinido, salir de aquella formacion india lo mas pronto posible para poder regresar a su vida cotidiana.
Ni bien puse mis pies en aquella línea, se inicia una cuenta regresiva en el cual no se puede ver con claridad cuando terminaría, duraría horas o minutos? -la verdad no se- solo se que el tiempo avanza al compas del movimiento rectilineo de la gente y que un celular puede resultar ser una gran aliada para combatir el aburrimiento.
Mientras esperaba mi turno, una señora se propuso acortar la espera motivando a gritos a los jovenes .. pero.. no fueron suficientes pues la espera se hizo media hora mas larga. Para suerte de los muchachos, esta junto a otras personas de su edad no dudaron en iniciar su propia fila exclusiva.
No puedo quejarme, eso me permitio escabullirme y contactar con mi madre que estaba preocupada por el horario de mi hermano y salir de aquel embrollo.
Despues de terminar eso, pude regresar tranquilo y seguir caminando como esta escrito. Aun en la universidad se puede escuchar el silencio de la gente en espera.
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